Cómo funcionan las inmobiliarias no es un misterio para el investigador Sherlock Holmes. Podría serlo desde el estallido de la burbuja del mercado de bienes inmuebles de 2008, pero la realidad es menos enigmática. En esta entrada compartimos contigo las actividades y los mecanismos de las agencias de intermediación.
Para entender cómo funcionan las inmobiliarias conviene recordar que su principal objetivo de negocio es intermediar en la venta, la construcción y el alquiler de bienes inmuebles que han sido edificados sobre el terreno, ya sea un almacén, una oficina, un centro comercial o una vivienda.
En términos generales, la inmobiliaria realiza las gestiones necesarias para acercar a las partes involucradas en el mercado inmobiliario: propietarios, inquilinos y compradores. Está especializada en los trámites administrativos, la facilitación de las negociaciones, la valoración y la promoción de un inmueble, entre otras actividades. Uno de sus puntos fuertes es que tiene mucha información sobre la situación del mercado.
La inmobiliaria realiza las gestiones necesarias para acercar a las partes involucradas en el mercado inmobiliario: propietarios, inquilinos y compradores
Las inmobiliarias funcionan de muchas formas, en realidad, porque cada una tiene sus particularidades y sus clientes unas necesidades específicas. No es lo mismo una oficina en un pueblo con poca promoción de vivienda nueva que una sede en el centro urbano de una gran ciudad que un agente totalmente online. Comisión inmobiliaria
Para entender el funcionamiento de las inmobiliarias, debe tener en cuenta que los honorarios son su principal fuente de ingresos, el dinero que gana por el trabajo de intermediación entre un comprador y un vendedor, o entre arrendador y arrendatario.
De hecho, es habitual pensar que el pago de los honorarios de una inmobiliaria corre a cargo del comprador o del arrendatario, pero la realidad muestra una gran variabilidad, en función del acuerdo al que se llegue.
Esta comisión inmobiliaria, por el momento, no está regulada por la normativa española, pero cualquier vendedor o arrendatario firma un contrato de intermediación en el que queda reflejado cuánto y cuándo se paga por la operación.
En cualquier caso, las inmobiliarias tienen en común dos ramas de actividad: para el vendedor y para el comprador.
Los honorarios son su principal fuente de ingresos, el dinero que gana por el trabajo de intermediación
Cómo funcionan las inmobiliarias para el vendedor
El vendedor que no quiera encargarse de todos los trámites asociados a la operación de compraventa de un bien inmueble puede acudir a una agencia de intermediación para que cumpla con 4 papeles clave:
Fijar un precio acorde a la situación del mercado.
Apoyar con los trámites, la gestión documental, los certificados y la fiscalidad. Un agente conoce todos los pasos y los pormenores.
Posicionar en los portales inmobiliarios, para dar más visibilidad al inmueble y que alcance al mayor número posible de potenciales compradores.
Gestionar las visitas, organizando, calendarizando, entrevistando y llevando a cabo las mismas.
Cómo funcionan las inmobiliarias para el comprador
Para el comprador, las inmobiliarias funcionan como un facilitador para encontrar una propiedad, cumpliendo con 4 funciones habituales:
Ayudar a encontrar lo que busca el comprador, ya sea por encargo o porque cuentan en su catálogo con un inmueble que se ajusta a lo que quiere.
Proporcionar información sobre las características y los requisitos para la compra o el alquiler de la propiedad.
Enseñar el inmueble.
Poner en contacto con el propietario para realizar las negociaciones y los trámites.
Esperamos que con esta entrada te haya quedado claro cómo funcionan las inmobiliarias sin tener que acudir a un investigador privado de origen británico.
Ricardo Gomez Serravalle
Team Líder en Lippy Inmobiliaria