En mi infancia, como muchos, soñaba con ser un superhéroe y me cuestionaba sobre mi misión y propósito en el mundo. A través del deporte, he adquirido valiosos principios que hoy guían mi vida. He aprendido a enfrentar victorias y derrotas, a reconocer mis defectos y trabajar arduamente para superarlos. La importancia del trabajo en equipo, el valor del esfuerzo y la dedicación se han convertido en pilares fundamentales.

En 2009, mientras me preparaba para un Ironman triathlon a los 32 años, mi vida dio un giro inesperado. En lugar de cumplir mi sueño, enfrenté la recuperación de 3 ICTUS y la implantación de una prótesis cardiaca. Aunque superé exitosamente esta etapa, tres meses después, un accidente dejó otras 5 prótesis en mi pierna izquierda.

El apoyo recibido me brindó la fuerza necesaria para seguir adelante, a pesar de los dolores y limitaciones. En este proceso, descubrí mi verdadero propósito: utilizar mis dones y talentos, junto con los valores del deporte, para motivar a aquellos que más lo necesitan, recordándoles que nunca deben renunciar a sus sueños, sin importar las circunstancias.

Finalmente, comprendí que no se necesita una capa para ser un "superhéroe".

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